«Un hijo con síndrome de Down es un regalo»
Pablo Sáiz - lunes, 10 de diciembre de 2012
El mundo de la interpretación es su pasión, si bien no volverá a actuar. Pablo Pineda, malagueño con síndrome de Down, fue galardonado, en 2009, con la Concha de Plata de San Sebastián
¡Menudo honor! ¿Cómo enfocaste un reto así? ¿Pensaste en arrojar la toalla?
Yo lo vi como una carrera de fondo, en la cual me ha apoyado mucha gente, y si se me ha cerrado alguna puerta, otras se han abierto. Los primeros que me apoyaron fueron mis padres que, desde el inicio, confiaron en mí. También, por supuesto, los profesores tanto en el colegio, como en el instituto y en la Facultad, y cómo no, don Miguel López Melero, catedrático de Universidad, que, desde pequeño, apostó por mí y ha hecho lo indecible, tanto en el instituto como en la facultad. En cuanto a momentos duros, claro que los ha habido, pero son muchos más los buenos. Soy un privilegiado.
Me dicen que acabas de llegar de una tourné. ¿Aún sigue promocionando la película?
No, no. Voy con la fundación Adecco por diferentes ciudades de España, que intenta sensibilizar a las empresas de este país, a cambiar un poco el chip, y que apuesten alguna vez por las personas con discapacidad. Tienen ese miedo a contratarnos como personas útiles, productivas, personas que pueden aportar mucho a la sociedad. Éste es el mensaje que trato de difundir.
Supongo que aún te acuerdas de cuando ganaste la Concha de Plata de San Sebastián.
Claro. Siento mucha satisfacción por conseguir un premio inesperado y por la culminación del esfuerzo de todos estos años. Pero me quedo con que la gente se concienció al verla.
En ese filme se abordan las dificultades que tenéis las personas con síndrome de Down en el día a día.
Te encuentras con muchos perjuicios, con gente que no piensa que las personas con Síndrome de Down puedan trabajar e incluso llegar a hacer una película. Sobre todo, hay que luchar mucho y todos los días.
¿Por eso no vas a volver a la gran pantalla?
De momento, no me veo en otra película, la verdad. El listón ya está muy alto.
¿Qué le dirías a una embarazada que no sabe si hacerse o no la prueba de la amniocentesis?
Yo me pondría en la piel de la madre y no me haría esa prueba, porque, nazca lo que nazca o cómo nazca, es un niño al que hay que educar y con el que vas a estar. Es una criatura de Dios. Si por el contrario, esa madre se ha hecho este test y descubre que su hijo o hija tendrá el síndrome de Down, le diría que pensara más en los pros que en los contras, ya que tendrá en sus manos a una criatura propia, magnífica, con la que seguro que disfrutará el doble o el triple que lo que pueda disfrutar con una persona normal. Que no crea que porque sea Síndrome de Down no disfrutará, porque disfrutará mucho. Es un regalo, créeme.
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