Una madre de cuatro hijos pide ayuda para que no les echen de casa en marzo
Madre de cuatro hijos, sin trabajo y sin ingresos, hace ocho meses que no paga el alquiler del piso. El propietario, cansado de esta situación, les ha puesto una fecha límite. Si no pagan, en un mes y medio deberán dejar su casa situada en la calle Logroño.
La situación es grave. No tienen familia a quien acudir y en Servicios Sociales no les dan ninguna solución. «Me andan amenazando que de seguir esta situación me quitarán a mis hijos, que es lo único que tengo», lamenta esta mujer de 40 años que hace apenas dos meses dio a luz a su cuarta hija. Los dos mayores, que tienen diez años, son de una pareja anterior, del cual se separó. El padre de los niños murió en julio de 2010 y desde entonces están a la espera de que salga un juicio para que los pequeños tengan acceso a la herencia, custodiada por unos albaceas.
Además de dinero y tierras, en esa herencia también hay un piso y una casa en el Condado de Treviño, a la que la familia podría trasladarse a vivir. «El problema es que los albaceas son los primos, no se llevan bien conmigo y no quieren que salga el juicio», cuenta Mari Carmen, que esta semana se ha dirigido por escrito al Defensor del Pueblo exponiendo su problema. Lleva «mucho tiempo sin dormir pensando qué va a ser de mí y de mis hijos si me los llegaran a quitar porque la burocracia y la Justicia son tan lentas», lamenta.
Su llamada de auxilio es doble. Por un lado, hace un llamamiento a la Justicia para que agilice los trámites de su caso, y por otro, pide al arrendador que «tenga paciencia», aunque sabe que la situación para él es difícil, que lleva ocho meses sin cobrar los 500 euros de renta y que «es normal que quiera alquilar el piso a otras personas, que con nosotros está perdiendo dinero».
Cuatro años han pasado ya desde que Mari Carmen se quedó sin empleo, y alguno más desde que su actual pareja tampoco trabaja en la construcción. Su problema es la edad. «Él ya tiene 54 años y le dicen que no le quieren porque es muy mayor», sostiene Mari Carmen, que asegura que sobreviven gracias a la comida que les entrega Cruz Roja y a la ayuda de vecinos y amigos. Todo va para los niños, ellos prácticamente ni comen para que los pequeños se lleven algo a la boca. «No tengo valor para ir a los supermercados a robar comida para mis hijos ni pañales para el bebé», lanza.
Además de dinero y tierras, en esa herencia también hay un piso y una casa en el Condado de Treviño, a la que la familia podría trasladarse a vivir. «El problema es que los albaceas son los primos, no se llevan bien conmigo y no quieren que salga el juicio», cuenta Mari Carmen, que esta semana se ha dirigido por escrito al Defensor del Pueblo exponiendo su problema. Lleva «mucho tiempo sin dormir pensando qué va a ser de mí y de mis hijos si me los llegaran a quitar porque la burocracia y la Justicia son tan lentas», lamenta.
Su llamada de auxilio es doble. Por un lado, hace un llamamiento a la Justicia para que agilice los trámites de su caso, y por otro, pide al arrendador que «tenga paciencia», aunque sabe que la situación para él es difícil, que lleva ocho meses sin cobrar los 500 euros de renta y que «es normal que quiera alquilar el piso a otras personas, que con nosotros está perdiendo dinero».
Cuatro años han pasado ya desde que Mari Carmen se quedó sin empleo, y alguno más desde que su actual pareja tampoco trabaja en la construcción. Su problema es la edad. «Él ya tiene 54 años y le dicen que no le quieren porque es muy mayor», sostiene Mari Carmen, que asegura que sobreviven gracias a la comida que les entrega Cruz Roja y a la ayuda de vecinos y amigos. Todo va para los niños, ellos prácticamente ni comen para que los pequeños se lleven algo a la boca. «No tengo valor para ir a los supermercados a robar comida para mis hijos ni pañales para el bebé», lanza.
* ¿ A dónde vamos a llegar ? Sin comida, sin casa, sin higiene...
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